RESMAS DE PAPEL
3 de Noviembre de 2017

Los pliegos de papel manila, me hacen evocar a Pedro, un pastelero que impregnaba con un olor dulzón toda mi calle. Con sus manos anchas colocaba mi suizo sobre un pliego de papel marrón, juntaba sus esquinas y lanzaba el paquete al aire varias veces, las esquinas retorcidas fijaban mi dulce preferido, quedaba prieto entre ese papel fino. Recuerdo su mostrador, por un lado la bandeja con suculentos y apetitosos  dulces caseros, al otro lado un montón de papeles en pliegos cortados. El trabajo rutinario de Pedro, su forma artesanal de elaboración, empaque y entrega de productos, a parte de un recuerdo entrañable, era un arte.

He visto esos pliegos en muchos lugares, en mudanzas,  tiendas de regalo, relleno de bolsos, dentro de los zapatos, bajo las cajas de fruta............ pero cada pliego que sale de nuestra máquina resmadora  siempre me evoca el recuerdo del recreo sacando del papel mi deliciosa recompensa.   

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